lunes, 24 de noviembre de 2025

EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER. 25 DE NOVIEMBRE DEL 2025

 










Autor: Julián Luis Medina Medina.




El día 25 se leyó el siguiente manifiesto:

"Buenos días a todos, gracias por participar en este acto.

¿De qué hablamos cuando decimos "violencia de género"? 

Hablamos de cualquier tipo de maltrato, como golpes, palabras feas, insultos...que sufre una persona, principalmente mujeres por el simple hecho de serlo, por parte de quienes creen tener poder sobre ellas.

En la Puebla queremos que todas las personas vivan felices y seguras. Por eso desde nuestro colegio y con ayuda del ayuntamiento decimos: ¡BASTA! A LA VIOLENCIA.

Niños y niñas somos iguales y merecemos el mismo trato, no valen los insultos ni las burlas. Si vemos a alguien que está tratando mal a otra persona o si nos pasa a nosotros, tenemos que pedir ayuda, contárselo a un profesor, a un familiar, a un amigo de confianza. EL SILENCIO TAMBIÉN ES VIOLENCIA.

Un amigo de verdad no te asusta ni te controla, la amistad es bonita no dolorosa.

Debemos jugar juntos, trabajar en equipo y ayudarnos, es la mejor manera de aprender a vivir en igualdad.

Nos encontramos aquí para recordar la lucha por la igualdad y el respeto.

Somos un pueblo pequeño en el que todos nos conocemos y nos da una responsabilidad especial: la de velar los unos por los otros, la de no permitir que la violencia machista se esconda tras las puertas cerradas de nuestras casas. La violencia de género es una realidad que se esconde tras el silencio y que destruye vidas, familias. Cada mujer que sufre maltrato, cada niño o niña que es testigo de esa violencia, es una herida en el corazón de Puebla del Príncipe.

Quiero dirigirme directamente a las mujeres de Puebla del Príncipe que puedan estar sufriendo esta situación, por favor, rompan el silencio. Hay líneas de ayuda, hay profesionales, hay una comunidad entera dispuesta a ayudarles. El primer paso es difícil, pero es el paso hacia la libertad y la dignidad.

La lucha contra la violencia de género es una tarea de todos, hombres y mujeres, no podemos permitir la indiferencia, debemos denunciar cualquier tipo de inicio de violencia. No es un problema que afecte solo a las grandes ciudades, es una realidad que nos atraviesa a todos, sin importar el sitio donde vivamos.

Hoy desde nuestro ayuntamiento, desde nuestro colegio, desde nuestro pueblo, debemos lanzar un mensaje claro: EN PUEBLA DEL PRÍNCIPE NO HAY ESPACIO PARA EL MACHISMO, NI PARA EL MIEDO, NI PARA LA VIOLENCIA.

Nuestra implicación local es fundamental, si una mujer sufre maltrato, debemos hacerle saber que no está sola. Que existen recursos, que hay profesionales y sobre todo que hay una comunidad entera dispuesta a ayudarla y romper ese círculo de terror. La mano que tendemos debe ser firme, una mano que no juzga ni cuestiona, sino que apoya y acompaña en el proceso de recuperar la libertad y la paz.

La prevención empieza aquí, en la educación de nuestros niños, de nuestros jóvenes, en el respeto mutuo día a día, y en el uso responsable de las nuevas tecnologías.

Tenemos un reto: el de construir un futuro donde la igualdad sea la norma y la violencia, la excepción. Un futuro donde las mujeres, de Puebla del Príncipe y de todo el mundo, puedan vivir libres, seguras y felices.

Por las que ya no están y por todas las que vendrán.
¡Vivas nos queremos, ni una menos!"

Gema Ayuso Gualda.




Y en el mural quedaron las huellas de aquellos que asistieron y comprendieron que el respeto debe ser la norma en nuestras vidas.




También se leyó este manifiesto:







25 de noviembre del 2025.



domingo, 2 de noviembre de 2025

HOY DÍA DE LOS DIFUNTOS.

 



"Cuando la muerte vidrie

de mis ojos el cristal,

mis párpados aún abiertos

¿quién los cerrará?"

Bécquer.





La pasada noche nos había acompañado una lluvia intermitente, apenas audible, lluvia anhelada y que aceptamos, estoicamente, a pesar de su escasa cuantía. Sea siempre bienvenida.

Así que, bien temprano, antes de que la niebla se alzara por encima de Las Cabezas, de Juan Idánez, del Yesero y de las casas del pueblo, todos ellos invisibles a la vista, me decidí a acercarme al cementerio, antes de que el camino se definiera. Serían las 7.15 h. puntualizo.

Me llamó la atención de que por fin se hubiera retirado el andamio de la entrada, tanto tiempo expuesto. La pintura de Villarreal ya estaba acabada.

Dentro, en el camposanto, solo se oía el sonido del repiqueteo característico de un bellísimo petirrojo, tac-tac, repetía. Dicen que cuando te encuentras con uno tendrás suerte. Opino que es al revés, que es una suerte verle tan cerca. Qué grata compañía y tan temprano. Sabrán que estos pájaros son los más madrugadores.

El cementerio estaba impoluto y a pesar de la niebla, las flores, el blanco inmaculado de las tumbas y las cruces, resplandecían como nunca. Entre los estrechos callejones ni un ápice de viento se levantaba, nada vacilaba, nada se removía en el enorme ciprés, árbol singular sin duda, que se eleva con su enorme copa como protegiendo a nuestros muertos.

Entonces reparé en las tumbas desnudas, despojadas de nombres, de cruces, de flores. Y reparé porque para ellas no existe la festividad pero sí el día a día. Ni un recuerdo, ni una nota. Las imagino huérfanas de familia, antiguas en su factura, resquebrajadas por los duros inviernos del pueblo y sin embargo firmes en esa piedra que hincada desafía al tiempo. Y me preguntaba si alguna vez, por una casualidad, alguien recordará quién yace ahí. Y me retrotraigo a mi niñez, cuando todos íbamos con mi madre al cementerio del pueblo y ella nos decía que en algún rincón de la zona más antigua del camposanto estarían los restos de la abuela. Y así, sin saberlo, depositábamos flores sobre la tierra desnuda, y nos conminaba a que a todas aquellas tumbas que viéramos sin adornos le dejáramos alguna flor, en memoria de quienes ya no tenían quien se las llevase.

Les dejo con el recorrido que hice esta mañana, un recorrido que repetimos desde nuestra infancia, que entra dentro de la tradición, del aprendizaje, del respeto y de la devoción. Nunca se perderá este reencuentro.


















"...En un rincón enmudecen
cartas viejas, sobres viejos,
con el color de la edad
sobre la escritura puestos.

Allí perecen las cartas
llenas de estremecimientos.
Allí agoniza la tinta
y desfallecen los pliegos,
y el papel se agujerea
como un breve cementerio
de las pasiones de antes,
de los amores de luego.

Aunque bajo la tierra 
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré"

Miguel Hernández.







"Te digo adiós para toda la vida, pero toda la vida seguiré pensando en ti"

José Ángel Buesa.












"Vendrá la muerte y tendrá tus ojos"

Cesare Pavese.










Pregunto y me dicen que en esta parte se enterraba a los niños. Muchas solo tienen la piedra, huérfanas de cruz y de nombres.





















"Entre las flores te fuiste. Entre las flores me quedo"

Miguel Hernández.





"La historia nunca dice "adiós". Lo que dice siempre es un "hasta luego"

Eduardo Galeano.


















"El día ese que temes como el último de tu vida, es el de tu nacimiento a la eternidad"

Séneca.












"Puedes llorar porque se ha ido, o puedes sonreír 
porque ha vivido.

Puedes cerrar los ojos 
y rezar para que vuelva, o puedes abrirlos y ver 
todo lo que ha 
dejado;
tu corazón puede estar vacío 
porque no lo puedes ver, 
o puede estar lleno del amor 
que compartísteis.

Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el 
vacío y dar la espalda, 
o puedes hacer lo que a ese ser le gustaría: 
sonreír, abrir los ojos, amar y seguir"

David Harkins.


Texto y fotografías: Rosa Cruz.


2 de noviembre del 2025.