domingo, 2 de noviembre de 2025

HOY DÍA DE LOS DIFUNTOS.

 



"Cuando la muerte vidrie

de mis ojos el cristal,

mis párpados aún abiertos

¿quién los cerrará?"

Bécquer.





La pasada noche nos había acompañado una lluvia intermitente, apenas audible, lluvia anhelada y que aceptamos, estoicamente, a pesar de su escasa cuantía. Sea siempre bienvenida.

Así que, bien temprano, antes de que la niebla se alzara por encima de Las Cabezas, de Juan Idánez, del Yesero y de las casas del pueblo, todos ellos invisibles a la vista, me decidí a acercarme al cementerio, antes de que el camino se definiera. Serían las 7.15 h. puntualizo.

Me llamó la atención de que por fin se hubiera retirado el andamio de la entrada, tanto tiempo expuesto. La pintura de Villarreal ya estaba acabada.

Dentro, en el camposanto, solo se oía el sonido del repiqueteo característico de un bellísimo petirrojo, tac-tac, repetía. Dicen que cuando te encuentras con uno tendrás suerte. Opino que es al revés, que es una suerte verle tan cerca. Qué grata compañía y tan temprano. Sabrán que estos pájaros son los más madrugadores.

El cementerio estaba impoluto y a pesar de la niebla, las flores, el blanco inmaculado de las tumbas y las cruces, resplandecían como nunca. Entre los estrechos callejones ni un ápice de viento se levantaba, nada vacilaba, nada se removía en el enorme ciprés, árbol singular sin duda, que se eleva con su enorme copa como protegiendo a nuestros muertos.

Entonces reparé en las tumbas desnudas, despojadas de nombres, de cruces, de flores. Y reparé porque para ellas no existe la festividad pero sí el día a día. Ni un recuerdo, ni una nota. Las imagino huérfanas de familia, antiguas en su factura, resquebrajadas por los duros inviernos del pueblo y sin embargo firmes en esa piedra que hincada desafía al tiempo. Y me preguntaba si alguna vez, por una casualidad, alguien recordará quién yace ahí. Y me retrotraigo a mi niñez, cuando todos íbamos con mi madre al cementerio del pueblo y ella nos decía que en algún rincón de la zona más antigua del camposanto estarían los restos de la abuela. Y así, sin saberlo, depositábamos flores sobre la tierra desnuda, y nos conminaba a que a todas aquellas tumbas que viéramos sin adornos le dejáramos alguna flor, en memoria de quienes ya no tenían quien se las llevase.

Les dejo con el recorrido que hice esta mañana, un recorrido que repetimos desde nuestra infancia, que entra dentro de la tradición, del aprendizaje, del respeto y de la devoción. Nunca se perderá este reencuentro.


















"...En un rincón enmudecen
cartas viejas, sobres viejos,
con el color de la edad
sobre la escritura puestos.

Allí perecen las cartas
llenas de estremecimientos.
Allí agoniza la tinta
y desfallecen los pliegos,
y el papel se agujerea
como un breve cementerio
de las pasiones de antes,
de los amores de luego.

Aunque bajo la tierra 
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré"

Miguel Hernández.







"Te digo adiós para toda la vida, pero toda la vida seguiré pensando en ti"

José Ángel Buesa.












"Vendrá la muerte y tendrá tus ojos"

Cesare Pavese.










Pregunto y me dicen que en esta parte se enterraba a los niños. Muchas solo tienen la piedra, huérfanas de cruz y de nombres.





















"Entre las flores te fuiste. Entre las flores me quedo"

Miguel Hernández.





"La historia nunca dice "adiós". Lo que dice siempre es un "hasta luego"

Eduardo Galeano.


















"El día ese que temes como el último de tu vida, es el de tu nacimiento a la eternidad"

Séneca.












"Puedes llorar porque se ha ido, o puedes sonreír 
porque ha vivido.

Puedes cerrar los ojos 
y rezar para que vuelva, o puedes abrirlos y ver 
todo lo que ha 
dejado;
tu corazón puede estar vacío 
porque no lo puedes ver, 
o puede estar lleno del amor 
que compartísteis.

Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el 
vacío y dar la espalda, 
o puedes hacer lo que a ese ser le gustaría: 
sonreír, abrir los ojos, amar y seguir"

David Harkins.


Texto y fotografías: Rosa Cruz.


2 de noviembre del 2025.




No hay comentarios:

Publicar un comentario