miércoles, 19 de febrero de 2020

SOBRE BLASONES.




Hoy os traigo el capítulo que encuentro sobre el pueblo en el interesante libro:"Linajes y blasones del Campo de Montiel" de Carlos Parrilla Alcaide y Miguel Parrilla Nieto.

"En el lugar que hoy ocupa Puebla del Príncipe existió un pequeño villar dependiente de Montiel conocido como Aldea o Puebla de Montiel. Desde su más lejana existencia Puebla tuvo diversas dependencias jurisdiccionales y administrativas en relación con la Orden de Santiago. De una parte dependía de la encomienda de Segura, de otra, de Bastimentos de Montiel, que poseía algunas propiedades rústicas en el término y a la vez debía "pedidos y yantares" a la de Montiel y La Ossa.
Acogiéndose a las disposiciones filipenses sobre emancipación de municipios, los habitantes de la aldea decidieron desligarse de Montiel. El 27 de mayo de 1553 recibían los vecinos su carta de privilegio en la que se contenían las obligaciones y derechos que habrían de ordenar en adelante la vida local. En prueba de reconocimiento o simplemente como referencia histórica, aquellos manchegos del siglo XVI rebautizaron su municipio con el nombre de Puebla del Príncipe, el mismo que rige hasta la fecha en todos los mapas y referencias geográficas.
No se tiene constancia documental de la existencia, en otro tiempo, de casas blasonadas en la villa. Hoy, de 1094 habitantes censados en la localidad, la tercera parte coinciden en sus apellidos con vecinos de Montiel, Gallego, Santos,Redondo, Tercero, Nieves o Carrasco, entre otros, pero tampoco los linajes derivados de estos apellidos dejaron señal heráldica que haya llegado hasta el presente.

UNA TUMBA VACÍA.
El único escudo de armas que se puede ver actualmente en el municipio está expuesto en el interior de la iglesia parroquial: se trata de las armas de Pedro Gómez de la Tovilla. Según la inscripción que acompaña a los elementos heráldicos, el titular de las armas era comendador de Villahermosa. El blasón constituía la señal de identidad de una capilla perteneciente a los deudos del comendador. Actualmente el espacio sagrado que fuera sepulcro y oratorio familiar de los Tovilla es un simple hueco en el muro del templo donde se expone una imagen yacente sobre un pedestal vestido. En el frontal superior de la obra se hallan el escudo y la inscripción funeraria.

"Aquí yace el honrado caballero Gómez de la Tovilla,
comendador que fue de Villahermosa. Mandó hacer esta capilla D. Antonio de la Tovilla, patrón de esta capilla, año 1540"

En una posterior anotación consta que la capilla fue restaurada en 1934 por el cura párroco. Los restos mortales de Pedro de la Tovilla fueron depositados en el templo al amparo de la advocación parroquial de Nuestra Señora en 1540. La persona encargada de erigir la capilla y sostener el correspondiente patronazgo fue Antonio, pariente del difunto, y probablemente también su viuda.
Según reza en la inscripción de la que fue su tumba durante cuatro siglos, este caballero pertenecía a la Orden de Santiago, pero su expediente no se conserva. La condición de comendador, señalada también en su estela funeraria, sí está documentada. 
El difunto fue titular de la encomienda de Villahermosa entre 1478 y 1480. Salazar señala que "al primero que la dieron los Reyes Católicos (la encomienda) fue Pedro de Orozco en 1506. Los Orozco siguieron hasta 1541.
Sean cuales fueren las actividades/relación de Pedro Gómez de la Tovilla en la encomienda de Villahermosa, lo cierto es que su escudo de armas ha logrado atravesar el tiempo y hoy puede admirarse como valiosa pieza heráldica en el primitivo lugar de ubicación, aunque los huesos del muerto hayan corrido peor suerte"








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