miércoles, 3 de julio de 2019

DE MARIPOSAS Y FLORES.



Las apariencias no engañan, parece que casi todo en este blog esté inacabado, es cierto. En lo referente a la flora así es, con el tiempo se irán añadiendo aquellas flores que siguen en mi "memoria", ¿qué he sobrepasado ya las 200? Efectivamente. 
No tendré igual suerte con las mariposas, son esquivas y libres por naturaleza, algunas se dejan fotografiar, se confían, saben que no capturaré a ninguna.
La primavera pasada fue pobre en estos bellísimos lepidópteros, sin embargo raro es el día que no veo alguna, la cuestión es que nos entendamos y me permitan acercarme.
Las fotografías de flores son de jardines.
Un inciso para un campo revestido de amarillo, demasiado ilustrativo, es lo que toca, al fin y al cabo el cereal forma parte de la historia del ser humano, es esencial.
Continuará...








Pandora, Argynnis pandora.











Lobito jaspeado, Pyronia cecilia.






















Blanquita de la col, Pieris rapae.












Se me ha colado sin darme cuenta una preciosa anisóptera o libélula.




Espuela de caballero, Delphinium elatum.




Gladiolo, Gladiolus communis.




Lirio de San Antonio, azucena, Lilium candidum.




Jazmín de Virginia, trompetilla, Campsis radicans.
En perfecta sintonía con la madreselva, Lonicera.



Clavelina, Dianthus deltoides.




Adelfa, Nerium oleander.




También se la conoce por laurel rosa.
Recordar que es una planta muy tóxica.




Abrótano hembra, manzanillera, té de Aragón, Santolina chamaecyparissus.
Exquisita fragancia.




En el huerto llama la atención la flor del pepino, Cucumis sativus.




Esta preciosa flor, caléndula officinalis, tiene la particularidad que lo mismo crece en nuestros jardines que hace una escapada al campo y en cualquier rincón podremos contemplarla.




Crisantemo, Chrysanthemum.








Helichrysum thianschanicum, planta de curry.




Lavandula angustifolia.
Uno de los mejores aromas del mundo.






La lavanda atrae con entusiasmo a las abejas.




Salvia officinalis.



LAS ROSAS:
































Flor de la pasión, Passiflora caerulea.
Fueron los misioneros jesuitas, allá por el siglo XVII, quienes le pusieron ese nombre por la similitud que guarda con los símbolos de la pasión de Cristo: Los zarcillos serían los látigos con los que azotaron a Jesús; los estilos, los tres clavos; los estambres y la corona radial, la corona de espinas.




Siempre te hemos conocido por rosal de Santa Teresa.




Las flores del Kalanchoe calandiva bien podría pasar por rosas pequeñas.


A Esther, por su inestimable ayuda.



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